Durante la conferencia de prensa tras el empate 1 a 1 entre Douglas Haig y Ferro en el estadio Miguel Morales, el entrenador fogonero hizo un llamado especial a los simpatizantes para que cesen la provocación de incidentes y ayuden al equipo a hacerse fuerte en el estadio Miguel Morales.
El técnico de Douglas Haig, Sergio Lippi, admitió una preocupación porque el equipo no logró hacerse fuerte de local. «Tenemos que sumar en nuestro estadio y se hace difícil» y se refirió al comprotamiento de los hinchas por los incidentes. «Es una lástima que el partido se haya interrumpido tanto. Eso lo sentimos», expresó el DT del rojo y negro. Lippi se refirió a la necesidad que los integrantes de la hinchada apoyen de la mejor manera al equipo alentando y pugnando porque cada partido sea un espectáculo deportivo, donde los jugadores sientan el apoyo de la localía. «Llegó el momento que nos juntemos todos, nos sinceremos y tiremos todo para adelante; porque así damos ventaja» y sostuvo su interés en «no desperdiciar la localía». Sobre el trámite del partido del martes contra Ferro sostuvo que en el desarrollo del encuentro, sus dirigidos no tuvieron muchas situaciones en el primer tiempo, y «la única clara la tuvo (Juan José) Govea, en un mano a mano con el arquero. Las más claras del partido fueron nuestras. Si hubiera tenido que haber un ganador, las más claras las tuvimos nosotros con las dos chances de Govea. Pero el fútbol no se maneja por merecimientos y terminamos igualados», consideró el técnico del equipo pergaminense. Los pocos días de descanso, la seguidilla de partidos y las expulsiones, para el entrenador del fogonero fueron determinantes para tener dificultades al momento de establecer un equipo titular. «Mientras nosotros jugamos con treinta grados con All Boys; ellos (por el rival) dormían y descansaban y tenían un partido menos. Por el cansancio no jugó Grazzini de entrada; no jugó Pereira y distintas circunstancias que complican el armado por la intensa seguidillas de partidos». Sergio Lippi en su tradicional encuentro con los periodistas al terminar el partido mostró un gran descontento por el resultado del partido. «Jugamos contra un gran rival que tiene un enorme presupuesto. Lo que me deja contrariado es que no puede pasarnos lo que nos pasa en nuestra cancha donde permanentemente se corta el partido», menció el técnico a los incidentes de los hinchas durante el partido. Y enfatizó: «Nos tenemos que unir porque es la necesario sacar al equipo adelante todos juntos». El DT de Douglas Haig durante la conferencia de prensa ha mostrado su preocupación por «la suspensión de la cancha que se puede venir en cualquier momento, que no nos conviene a nadie. Es momento de unirse y tirar todos para el mismo lado», reiteró Lippi. Para el entrenador los partidos que quedan «van a ser todas finales, pero reitero que si no estamos juntos; se hace mucho más difícil», volvió a convocar el DT a los hinchas fogoneros. El sistema que implementó Douglas Haig en cancha, con el ingreso de Sebastián Grazzini en lugar de Franco Boló fue con cuatro centrales, tres volantes, un enganche y dos puntas que al técnico le «gustó. Ya habíamos trabajado con Sebastián «detrás de dos puntas» y con tres medios que quedan sobre cargados. Hicimos un muy buen segundo tiempo. Sebastián (Grazzini) le da la cuota de juego y de elaboración que el equipo sin él no la tiene tanto», explicó Sergio Lippi. Sobre la expulsión que sufrió, por parte del juez principal, Nicolás Lamolina a mediados del segundo tiempo, Lippi comentó que «vengo de hablar con el árbitro, con quien tengo una muy buena relación y no le falté el respetó. Simplemente le pregunté que cobraba y en la charla que tuvimos me dijo que como estaba el partido no tenía otra opción que expulsarme», concluyó el técnico Sergio Lippi.